Llego el primer día de clases, ese día que es inevitable para muchos, afortunadamente yo ya no tengo preocupaciones por ese día, pero es gracioso aun leer o escuchar las típicas mentadas por la llegada de este día.
Aun recuerdo cuando entre a la primaria, no quería, me aterraba el asunto, al carajo el conocimiento pensaba, lo que quería era seguir viendo caricaturas y desayunar cereal. Obviamente eso cambio gradualmente, las amistades surgieron, las alianzas y el famoso recreo, el cual era una válvula de escape para las tediosas clases, y si eran tediosas, por que solo tenias un maestro, siete horas de una maestra gritona, que lo único que sabia hacer era vociferar estupideces y pegar con la regla de un metro o el borrador cuando este estaba a su alcance.
La secundaria fue un cambio radical, yo iba irradiando inocencia, era el regordete que esperaba que todo fuese igual, pero al llegar fue una sorpresa, ver a aquellos compañeros con mas barba que Osama Bin Laden, mas bigote que Mauricio Garcés, o aquellas compañeras que ya tenían mas chichis que Sabrina, era otro mundo, aun así los primeros días fueron buenos días, ese primer día solo fue para darme cuenta que nunca iba a encajar en el grupo de los Neanderthales, así que solo tuve que conformarme con gente como yo… Geek.
La preparatoria fue lo mejor que me pudo haber pasado, técnicamente me convertí en un Bully, mi objetivo eran los de secundaria, fue genial, esos años de abuso hacia mi persona ahora eran canalizados hacia otros, mas pequeños, mas débiles. No era el mas popular, pero estaba en un grupo medio, ustedes saben como es la preparatoria mis lectores, es como una jungla, tienes que aferraste al grupo de los mas fuertes para disfrutar la estadía, no quieres estar en el grupo que es sodomizado por los mas grandes. Pero eso trajo consecuencias, al apartarme del grupo geek mi rendimiento escolar bajo considerablemente, mi Padre casi me crucifica del poste de teléfono.
Aun así pude arreglarmelas para salir adelante y llegue a la Universidad, lo mejor que me ha pasado, desde el primer día hice amigos, es obvio, alguien que usa Hawaianas en la ciudad debe de ser un semental pensaban… ¡Claro!… Que no… Solo venia del puerto, pero aun así esas playeras me abrieron la puerta a muchas fiestas, los primeros semestres ya era conocido como el borrachín de la generación, no es algo de lo que me enorgullezca, pero es algo para recordar y jamás contarle a tus hijos.
Los primeros días de escuela son difíciles, para unos mas, pero a final de cuentas eso queda atrás, los amigos hacen la estadía mas cómoda, jamás podrás escapar de los deberes escolares, pero aun así tendrás buenos ratos en esa cárcel de conocimiento.
Este post reflexivo nostálgico es traído a ustedes por la Santa Hueva, contigo en los mejores lugares de ocio.
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