Yo puedo agradecer que tengo un horario poca madre en la licenciatura, entro tardesito, agusto, no me despierto todo modorro como si me hubieran pulido la cara con una toalla sanitaria (ese tipo de gesto).
El caso es que ayer vi que mi cultivo de levadura en el área abdominal ya no era normal, así que me propuse levantarme mas temprano para irme a echar unas carreritas (si, de nuevo).
5:50 a.m. Y ahí voy, todo lagañoso, con una cabellera digna de Rigo Tovar en sus momentos de gloria, pero en versión “quiero traer el pelo suelto”. Lógicamente me fui en mi auto al estacionamiento de un centro comercial de por acá, mi sorpresa es que no era el único infeliz que se despierta a esa hora, y mas para andar sudando la grasa.
Mi primera vuelta todo normal, el problema fue la segunda y las que le siguieron, mi hígado quería salir corriendo, mi cabellera no se mantenía quieta, me sentía como todo un Baywatch corriendo y acomodando mi greña. Mi autoestima bajo considerablemente cuando un grupo de octogenarias quiero pensar, me dieron alcance y lo único que pude ver es como se hacían mas pequeñas en el horizonte.
Creo que lo único rescatable de haberme despertado temprano fue el haber visto el amanecer, creo que tenia fácilmente 3 años sin verlo fuera de mamada. Mañana tocan carreritas versus las doñitas, espero que con el tiempo ya pueda humillarlas y bofetearlas por tener mejor condición que yo.
Opinologos